lunes, 11 de mayo de 2009

FOCAS VERDADERAS



Se diferencian de los lobos y los osos marinos por la ausencia de pabellones auditivos externos, el cuello es más corto, menos flexible y las aletas anteriores están menos desarrolladas; además, las aletas posteriores no pueden girar hacia delante, de modo que cuando están fuera del agua se desplazan reptando sobre el suelo.
Las aletas anteriores tienen uñas y el animal las utiliza para agarrarse y subir a las rocas y a los bloques flotantes de Hielo. Las aletas posteriores se mueven en sentido vertical, de manera que las focas nadan de forma similar a un delfín. Las focas verdaderas están mejor adaptadas a vivir en el mar que los osos y los leones o lobos marinos; sin embargo, éstos pueden moverse mucho mejor por tierra.


Los elefantes marinos son las focas más grandes y reciben su nombre no sólo por su tamaño, sino porque los machos presentan una trompa corta o probóscide que cuelga por encima de la boca.
Fueron muy abundantes en el pasado, pero el aceite que se obtenía de su capa de grasa subcutánea tenía un gran valor comercial, y se cazaron casi hasta el borde de la extinción. Todavía hay grupos relativamente grandes de dos especies: el elefante marino del norte o septentrional y el elefante marino del sur o meridional.
El primero era muy común en las aguas del sur de California (Estados Unidos) y estuvo a punto de extinguirse debido a la caza a mediados del siglo XIX; hoy es una especie protegida. Mide hasta 6,7 m de largo y un único individuo puede producir unos 1.550 litros de aceite. El elefante marino del sur habitaba en gran parte de las aguas del hemisferio sur, pero hoy sólo vive en la isla de Georgia del Sur y otros lugares del sur del océano Atlántico. En el océano Glacial Antártico viven cuatro especies: la foca leopardo, la foca de Weddell, la foca de Ross y la foca cangrejera.
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